EL MAL CANTO
QUE ABSORBIÓ LA
CRÍTICA.
Por: Militem sermo.
Por estos días, el
efecto mediático que
ha producido la
embarrada de Shakira
en la cumbre
de las Américas
me han dejado
absorto. La pregunta
es: ¿Acaso no existe algo más importante
en que desbordar
la atención?. Aún cuando
se sabe que
siempre habrá una reflexión, el
resultado será: banales atracciones
mediáticas.
Es inevitable entrar
al facebook y
encontrarse con cualquier
cantidad de bufonadas
y comentarios carentes
de razón, como si
fuese poco, el ingreso
a otras páginas
en la red
conducen a inscripciones
y arengas de
igual índole en
contra de la
cantante, y ¡ojo!
que nadie está
abogando a su defensa,
todo esto hace
parte de la
inconsistencia racional por
la que atravesamos
hoy en día.
A la muestra: Que
el abogado del ex
- alcalde Samuel Moreno
reclama su libertad
ante los tribunales,
un acto de
fatua elocuencia y
supremo descaro, a sabiendas
de que la
ciudad está al
borde del colapso
por su negligente
y deshonesta administración. Por
ese hecho no
existe ni el
menor intento de
una crítica fundamentada, porque sencillamente
“ya dejó de sonar”. No
se sabe en qué momento
ocurrió, pero hace mucho, la
farándula convirtió a
algunos espectadores en serviles
lacayos, cosa que beneficia
a los políticos, porque en estado
“zombie”, nadie se manifiesta. Entonces, en
ese momento la
típica frase que
justifica nuestra prolongada
amnesia es: “Colombia: un país
sin memoria”.
Tan siquiera el
hecho de pensar
en la alarmante
situación invernal de
algunas poblaciones del país no
es motivo de
preocupación para alguien
que no esté
viviendo ese drama, la
cuestión será… que pasará a
un segundo plano porque la displicencia
de algunos dirigentes
políticos y la
inquebrantable corrupción no
se apiadarían de
nadie. Según el DANE, el
6,4 por ciento
de la población
colombiana está gravemente
afectada por el
invierno. Las imágenes en
los noticieros son
replicas de anteriores
emisiones de remotas
gélidas temporadas, al respecto
de esta situación
no hay mayor
barullo, la razón: “eso
ya pasará y
no será para
siempre”.
Algunas remembranzas me
llevan a pensar
en la marcha
protestante en contra
de la ley
Lleras, ley que no
pretende otra cosa
sino la privación de
la libertad de
expresión y otra
serie de aberrantes
razones que promulgan la
censura y el
control de nuestras
actividades en el
ciberespacio. El día 20 de Abril
del presente año, se
realizará dicha marcha, es
aquí cuando se
probará el interés
y la incumbencia
sobre la divulgación
de nuestras expresiones, pero como
van las cosas, hasta
la misma Shakira
se verá beneficiada
por la indómita
ley.
Curiosamente, este
país, es prolífico en cuanto a
farándula se refiere, y
a visto nacer
grandes próceres del
pensamiento. Como ejemplo
viviente: Las presentadoras de
televisión o algún
artista reprochando sobre
algún tema que
cause revuelo, ¡como para
variar!. Por ese hecho, no
vale la pena
citar a nadie, pero, para colmo
de males ahora
se les sumó
Shakira.
Y ¡qué tragedia!, solamente, porque no
se sabía el
himno nacional, todo esto
dio pie para
que la interprete
fuera blanco de
críticas en internet. Donde la
difusión es más
efectiva e implacable. Es
que vivimos en
tiempos de ferviente
nacionalismo y cualquier
cosa que suceda
en contra de
la patria ¡duele
un montón!. ¡Si claro como
no!, que grandes patriotas
somos, cuando lo
único que nos
justifica es siempre
“la malicia indígena”.
Unas por otras, el
escándalo que provocó
la entonación del
himno por parte
de la artista
fue el escenario
ideal para disimular
algunos infortunados y
bochornosos hechos de
la cumbre de
las Américas realizada
en la ciudad
de Cartagena, pero no más vergonzoso
es el hecho
de gastar casi
3000 millones de
pesos en un
evento que reunía
a todos los
mandatarios del continente
y que no
se concluya absolutamente
nada. Entendiéndose esto,
como un
gran paseo de
presidentes en un
lugar tan digno
de viaje como
la “amurallada”. En contraste,
el país observa
perplejo como se
dilapidan grandes fortunas
en trivialidades diplomáticas, por consiguiente
¿Se retribuirá de
alguna forma el
derroche de dinero?, no
obstante, fue más
importante “la guayabera que
no se puso
Obama, ó el
estilo de peinado
de la presidenta, ó
el vestido que
usó el presidente
tal”, cual reinado de belleza.
He aquí algunas
razones que nos
alejan de la
realidad, en otras palabras, la
absorción totalitaria del
pensamiento y la
expresión, como se
sabe, es difícil
pensar en otra
cosa que no
genere critica, por aquello
de las conveniencias. En tanto
los medios o
la idiosincrasia popular (nosotros) lo
sigan permitiendo.
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